Hace algunas semanas empecé a observar un fenómeno muy visible en la ciudad de México, las jacarandas empezaron a florecer mucho tiempo antes de lo normal, la razón, sean probablemente las temperaturas anormales de la ciudad durante el mes de febrero comparadas con otros años. Días después también en la ciudad pasé junto a una higuera y empecé a observar cómo brotaba antes del inicio de la primavera y para mi sorpresa dos semanas después ya tenía hojas y al cabo de más días frutos, claro se estaban desarrollando pequeños y secos o en el peor de los casos la higuera los estaba abortando de la planta por un estrés hídrico, ha llovido menos de cinco veces en la ciudad de enero a marzo.
Seguramente, así como esos casos tú has observado otros fenómenos similares en las diferentes zonas del país. No por nada CONAGUA reporta el 2024, un año que apenas, inicia como uno de los años más secos, con inicios de sequía similares a los del 2006 o 2012. En enero se reportaba el 60.45% del territorio nacional con algún grado de sequía, así como el 41.4% menos lluvia de lo habitual según el servicio meteorológico nacional. Para febrero CONAGUA anunciaba 14 estados en sequía extrema entre ellos Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Guanajuato, Querétaro y el Estado de México. Estados importantes si de agricultura hablamos. Para la primera quincena del mes de febrero reportaba que el 74.9% del país reportaba algún grado de sequía, aumentando 14.45% respecto al reporte de enero.
Pero ¿Cuál es el problema de la sequía para la agricultura? Solo hay que recordar que el 54% de la producción nacional se siembra en el ciclo primavera/verano, el 17% es ciclo otoño/invierno y el 29% restante es destinada a cultivos de tipo perenne.
La mayoría de la extensión sembrada durante el ciclo primavera verano es de temporal, lo que significa que la producción de los cultivos depende del comportamiento de las lluvias y de la capacidad del suelo para captar el agua. La distribución de producción agrícola referente a superficie sembrada se ha conformado por el 25% bajo esquema de riego y 75% de temporal y con respecto al valor de la producción del total a nivel nacional el 40% es aportado por la agricultura de temporal.
Entonces el impacto no solamente lo sentimos como días más calurosos, sino que puede representar problemas en el aprovechamiento de la tierra, el suministro de alimentos y la descapitalización de los productores por factores como bajos rendimientos en cosecha o no sembrar por escases de lluvias en sus zonas de producción.